FOTOGRAFÍA PUBLICITARIA
La fotografía publicitaria comienza a partir de la década de 1920, ya que se demostró la gran potencia comunicativa que ésta poseía. Su uso, en un principio, se dio en campañas políticas ya que a partir de ésta época, la imagen y opinión de personajes públicos, comenzó a tener un peso muy importante.
En sus inicios, las fotos “publicitarias” eran llamadas de “arte final”, ya que al no disponer de las tecnologías y medios que más tarde aparecieron, se realizaban en una sola ocasión y, como mucho, retocadas mediante el aerógrafo sobre la emulsión (un trabajo que requería a expertos).
En sus inicios, las fotos “publicitarias” eran llamadas de “arte final”, ya que al no disponer de las tecnologías y medios que más tarde aparecieron, se realizaban en una sola ocasión y, como mucho, retocadas mediante el aerógrafo sobre la emulsión (un trabajo que requería a expertos).
La fotografía publicitaria consiste en ser testigo, en mostrar un producto tal y como es. Puede ser dividida en dos categorías: la primera es la del producto anunciado o en la envoltura; y la segunda la del producto que visualmente no es atractivo, promocionando sus beneficios y no su atractivo como en la anterior.
La meta de la fotografía publicitaria es enfatizar las características físicas del producto, servicio o persona que se promocione, con la intención de ilustrar una idea y ser usado en publicidad.
La fotografía publicitaria deben mostrar, en la medida de lo posible, lo que el publicista ha visualizado en su mente. Es el recurso de diseño más utilizado en el s.XX para campañas de cualquier tipo, desde su carácter más comercial para venta de productos, posicionando marcas, o intentando transmitir ideas y mensajes en propaganda.
En ocasiones, las imágenes publicitarias se utilizaban en tarjetas comerciales o catálogos, pero este tipo de marketing no había sido reconocido.
Fue en el siglo XX cuando las personas nos concienciamos de la fotografía publicitaria y todo lo que tenía que ofrecer. Las mejoras tecnológicas permitieron que las imágenes se pudieran reproducir rápidamente y también que tuvieran una calidad superior.
Fue en el siglo XX cuando las personas nos concienciamos de la fotografía publicitaria y todo lo que tenía que ofrecer. Las mejoras tecnológicas permitieron que las imágenes se pudieran reproducir rápidamente y también que tuvieran una calidad superior.
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